En el 2017, un video que captó el trágico momento en el que un auto explota sin lógica razón mientras su conductor le carga combustible comenzó a circular en redes sociales.
La explosión, que cobró la vida de una pasajera y lesionó a otras dos personas en la ciudad de São Gonçalo, Brasil, fue atribuida al uso de los teléfonos celulares por parte de varios usuarios.