La selección de fútbol de México ha tenido momentos de gloria y de fracaso, pero pocos se han instalado en el recuerdo como la eliminación del equipo del Mundial de Alemania 1974, al que no asistió por su desastrosa actuación en el premundial del año anterior.
La clasificación, organizada por la naciente Concacaf (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol), que tenía poco más de una década de existencia, fue una muy particular: a lo largo de medio año, las selecciones de la zona jugarían entre sí para obtener el único boleto que tendría la Confederación para asistir al torneo a realizarse en tierras teutonas.